Cuando inviertes en tu educación estás construyendo los cimientos de un mejor futuro.
Dependiendo tu edad y tu orientación puedes destinar diversos recursos para tu formación acádemica, como por ejemplo:
- Si estás cursano el colegio – Destina un 5% de lo que te den tus padres para la compra de libros que te funcionen como soporte para las materias que se estás tomando. Estos libros no tienen que ser necesariamente nuevos, pero si deben ser libros que vayan en la misma orientación de tus materias.
- Estudiante Universitario – En esta etapa, la formación se vuelve más especializada e importante, por lo que, debes incrementar lo que inviertes en al menos un 10%. Los libros que adquieras deben ser libros que sean de consulta y perduren en la carrera y después de, ya que serán muy importantes para recapitular o ampliar la perspectiva en el futuro.
- Post Universitario– En este nivel acádemico, invertir en diplomados, certificaciones o talleres es lo más importante, por lo que se recomienda asignar al menos un 20% de tus ingresos, esto se debe a que la educación es de mayor valor y son por plazos determinados, es decir de 3, 6 o 12 meses.
- Independiente – Si eres una persona que le gusta adquirir nuevos conocimientos y no necesariamente dentro de una institución académica, puedes invertir entre un 8 y 10% de tus ingresos en tu formación. Este porcentaje se recomienda debido a que lo que adquieras va a depender de tus inclinaciones y no necesariamente de un programa pre establecido.
Aprovecha cada etapa de tu vida y adquiere nuevos conocimientos, el conocimiento es un valor intangible que devuelve muy buenos beneficios a nuestra vida.